En el siguiente artículo hablaremos de cómo influyen las plantillas plantares en el ciclismo, tanto en el rendimiento como en la prevención de lesiones. Aportaremos datos de recientes estudios científicos los cuales arrojan conclusiones realmente interesantes y desmontan algún mito sobre su uso.

¿Influyen las plantillas de mi calzado en mi rendimiento sobre la bicicleta? ¿Son útiles las plantillas estándares en ciclismo?

La evolución en el ciclismo se apoya en el auge de las Ciencias del Deporte, que en la última década se esta produciendo de un modo exponencial en ritmo de evolución y producción de aplicaciones. Además, como vamos tomando conciencia que el rendimiento es un hecho multifactorial, se analiza con gran detalle cualquier aplicación por mínima que pueda parecer. Pero también debemos tener cuidado, ya que este desarrollo conlleva un aumento del mercado y por consiguiente del volumen de negocio, lo que genera “modas” más centradas en la economía que en el propio rendimiento. En este sentido vamos a valorar una de las modas más crecientes, la aplicación de las plantillas plantares en el ciclismo y como éste influye en el patrón de pedaleo y por lo tanto en el rendimiento deportivo de los ciclistas.

Mucho se ha escrito sobre el calzado en los últimos tiempos, que si zapatillas pronadoras o supinadoras, que si la cala se coloca delante del todo, atrás o en medio, que si me pongo plantillas de gel o de carbono… Las modas influyen mucho en este segmento del mercado donde en los últimos tiempos se está potenciando la customización del calzado en base a plantillas estándares. Pero, ¿qué ofrecen realmente y qué utilidad tienen? Lo primero es analizar qué encontramos y cómo son las diferentes aplicaciones estándares:

  • Plantillas estándares de la propia zapatilla

Todas las zapatillas vienen de serie con una plantilla muy fina de materiales amortiguadores, que buscan la comodidad del calzado.

  • Plantillas estándares de geles y materiales gomosos

Plantillas normalmente más gruesas que las anteriores pero que también buscan el mismo fin, la sensación de confort.

  • Plantillas adaptables normalmente por termofusión (calor) de diferentes materiales: resinas, plásticos o incluso fibra de carbono

De diferentes grosores en función de los materiales, normalmente se adaptan calentando el material, colocando inmediatamente la plantilla dentro de la bota y una vez calzado, situando al ciclista de pie para aumentar el peso y que la plantilla tome la forma del pie del deportista. En la mayoría de ocasiones se realiza en el suelo para aumentar la presión aunque a veces también se realiza en la propia bicicleta.

Los últimos estudios científicos sobre las presiones plantares como los desarrollados por Dídac Navarro, Javier Zahonero, Pablo Vera, Carlos Barrios y Florentino Huertas durante los últimos 5 años, realizados en ciclistas tanto olímpicos y de clase mundial de pista, como ciclistas continentales profesionales y de nivel World Tour de carretera, muestran cómo se distribuye la presión en la planta del pie cuando se pedalea, y cómo influyen sobre esa presión las diferentes potencias y cadencias de pedaleo, así como las diferentes posiciones sobre la bicicleta (de pie, sentado en posición de contrarreloj), la trayectoria de desplazamiento (recta, curva, plano o subida) y las lesiones (síndrome de cintilla iliotibial, patología femoropatelar o tendinopatía aquílea).

Como podemos observar en la foto la presión no se distribuye por igual en toda la planta del pie, siendo la zona interna de la parte delantera (primer dedo y primer metatarso) la que mayor presión soporta, por tanto es la zona prioritaria en la transmisión de fuerza.

Imagen 1

Los trabajos de Navarro, Zahonero y colaboradores han detectado una variación en la distribución de la presión en función de diferentes parámetros y sobre todo han estudiado como manipulando la plantilla pueden influir sobre la distribución y cantidad de presión sin afectar al rendimiento. De los resultados de sus estudios, se desprende que las plantillas estándares no tienen ningún efecto sobre la variación de la presión plantar, es decir, no reducen la presión en ninguna zona y no generan ningún beneficio en la redistribución de las presiones. Con este tipo de plantillas realmente lo que sucede es que aumenta la sensación de comodidad a corto plazo (mientras son nuevas), pero en realidad lo que están haciendo es afianzar el patrón de presión plantar del ciclista. Así, si el patrón se corresponde con una distribución de presiones plantares patológicas, la plantilla estándar lo va afianzar, aumentando el riesgo de lesión a medio y largo plazo.

El uso de plantillas plantares en el ciclismo, puede ser no solo un tratamiento sino un elemento de prevención de las lesiones.

Imagen 2En concreto una de las observaciones más interesantes es como cada lesión estudiada (síndrome de cintilla iliotibial, patología femoropatelar o tendinopatía aquílea) se asocia con una distribución diferente de la presión plantar, por lo que la manipulación mediante el uso de plantillas de acomodación selectiva de la presión, puede ser no solo un tratamiento sino un elemento de prevención de las lesiones, todo ello sin perjudicar al rendimiento del ciclista. Así podemos decir que de los resultados de estos estudios se desmiente el mito sobre la pérdida de potencia con el uso de plantillas de acomodación selectiva. Por ejemplo, si en el análisis de las presiones plantares se detecta un patrón de presión en un ciclista actualmente libre de lesión por sobrecarga, que se corresponde con una de las lesiones, la modificación de ese patrón mediante el uso de plantillas de acomodación selectiva evitará una lesión a medio o largo plazo, cuando siga acumulando kilómetros y repitiendo el gesto.

Como conclusión podemos afirmar que, la redistribución de la presión plantar no solo permite reducir la presión, buscando un efecto reductor sobre la carga que deben soportar las estructuras del miembro inferior (prevención de lesiones por sobrecarga) sino que además permite una redistribución de la presión, de tal forma que se modifica el patrón de pedaleo con el fin de prevenir o actuar sobre las lesiones típicas en el ciclismo. De la lectura del artículo se desprende que no todas las plantillas sirven y para encontrar la que mejor se adapte a nuestros pies debemos acudir a podólogos especialistas y exigir que en el diseño individualizado de las plantillas se tenga en cuenta tanto la valoración de la potencia ejercida como la diferente distribución de presiones plantares en cada pie, ejecutando los análisis pertinentes para la confección de nuestras plantillas de acomodación selectiva.